locuras de un web


Aprender nuevas tecnologías puede parecer sencillo e, incluso, apasionante. Sin embargo, tras las dos primeras clases de Tecnología de la Información la mayoría de los alumnos de Periodismo se dió cuenta de que costaría más de lo previsto. Pocos eran los que, antes de empezar el curso, habían oído hablar de la Internet. Y la cosa se fue complicando con conceptos como FTP, WWW, Wais, Gopher...

Durante las primeras semanas del curso, María José Pérez-Luque, profesora de la asignatura, se esforzó en hacer entender los conceptos esenciales de hipertexto y semántica multimedia. Las prácticas de la asignatura se desarrollaron a través de Tecinfo, un web creado con la finalidad de servir de apoyo a los alumnos de la asignatura. Todo era cuestión de tener un poco de ganas y estar dispuesto a pasarse horas ante el ordenador.

Hasta que llegó el momento de saber que también nosotros podiamos hacer páginas de WWW, introducir nuestros datos en Internet, pensar un proyecto entero sobre cualquier tema y hacerlo realidad en la red. Las neuronas de 130 comunicadores se pusieron en marcha ante la posibilidad de elaborar algo tangible, un servicio informativo al que miles de personas podrían conectarse.

Y surgieron proyectos de todo tipo: una revista literaria, un web histórico sobre Napoleón, magazines juveniles de información general, páginas de compra-venta de coches y motos... Todo cuanto se nos ocurrió fue plasmado en lenguaje HTML, tras muchos intentos fallidos y miles de páginas vistas a través de "view-source". El escáner ("sólo para uso de departamentos") y los macintosh fueron colapsados. Las aulas de ordenadores eran nuestro segundo hogar.

Tercero de Ciencias de la Información estaba en marcha. En menos de cinco meses habíamos conseguido aprender la teoría básica sobre el lenguaje interactivo, multimedia y autopistas de la información. Y eramos capaces también de descifrar las guías de HTML en inglés o intentar crear iconos con procesadores de imagen. Los proyectos se plasmaron y para muchos han quedado ya en el recuerdo. Y mientras algunos ya olvidan los ajetreos del pasado mes de junio, esa información que conseguimos reunir y elaborar sigue ahí. Para que la consulte quien le interese y los nuevos alumnos vean hasta dónde se puede llegar.

Sin lugar a dudas, Tecinfo fue de gran ayuda en todo este proceso. Fue el primer ejemplo real que vimos de lo que era un servicio on-line y sirvió para hacer las demostraciones de lo que era navegar por la internet. Además, sus contenidos estaban orientados a hacernos más fácil la asignatura: el programa del curso, pistas para navegar, la lista de alumnos... todo cuanto pudiera sernos útil estaba recogido en un mismo punto informativo.

Navegar por Tecinfo es una experiencia interesante, ya que muestra cómo es un curso que se imparte con la ayuda de las nuevas tecnologías.Vuelva al menú principal y podrá observar cómo es Tecinfo y, si está conectado a Internet, verá también los proyectos de los alumnos.


Noemí Batista. Pamplona, Diciembre 1995.

VOLVER